Desde nuestro barrio se ve El Pilar así de guapo y brillante en días de sol, que hay que avisar.
Y tal y como están las cosas en los últimos tiempos es una ventaja si quieres rezar sin que te cuenten en la entrada como uno que está en contra de la homosexualidad y de las escuelas públicas. Se está poniendo caro entrar en las iglesias aunque sea de invitado a una boda o para admirar la escultura barroca.
Y lo peor de todos… la Iglesia reclama ayudas para rehabilitar sus templos y una vez terminados, implantan pagar entrada. ¿Serán caraduras?
Pa jeta la de los chunteros